sábado, 22 de enero de 2011

Cuanto tiempo...

Cada vez se sentía más alejado del entorno que le vio crecer y al que siempre acudía después de cada etapa. Sentía que ya no tenía que ver con él. Antes si lo había hecho y le estaba agradecido, pero cada vez lo veía más estancado, retrógrado, como que no quería avanzar.
Era todo tan simulado... ¿que había de bueno en alguien que quiere aparentar lo que no es?
Decidió que ya no formaría parte de todo eso, era lo mejor.

Esta vez ni siquiera le motivaba intentar cambiarlo. Esta vez no.
No estaría en un lugar que no quiere cambiar y no te deja avanzar.

Cada vez que se asomaba al exterior se daba más cuenta de todo esto, de lo que podía estarse perdiendo y de lo que podría tener.

Ahora solo le motivaba su gente, lo único que le podía retener un poco más ahí. Una familia que nunca falla y unos amigos que siempre estarían ahí fuera donde fuera. Se consideraba con suerte por tenerlos. Le daban seguridad y mucha motivación.




Una amiga hace poco le escribió que tenía que seguir su camino y le hizo pensar que ese camino tiene muchas cuestas y curvas, algunas muy pronunciadas, pero que no volvería a salirse de él.

Ahora haría lo que verdaderamente le gustara. Leería, aprendería, conocería, amaría...
No iba a perder el tiempo en nada y nadie que no mereciera la pena..
Lucharía, se desafiaría, se retaría, se equivocaría y empezaría de nuevo pero con más fuerza.

Las curvas más pronunciadas estaban por llegar, solo era cuestión de tiempo.
Ahora sí, era libre, sería y haría feliz.

7 comentarios:

Rastas dijo...

Estoy orgullosa de tener un amigo como tú.
Lucha siempre, Orte.

Uki dijo...

Sigue por tu camino y no te bajes del bordillo...
Abrazo de oso

Alberto dijo...

Muy bueno...a ver si lo consigues :-)

Isa dijo...

"Nunca vayas por el camino trazado, porque conduce hacia donde otros han ido ya"
(Alexander Graham Bell)

Un besote Alber

Car dijo...

Valentía y corage, así eres tú.
Pero el triunfo de todo esto es, a pesar de los resultados, seguir luchando por lo que quieres.
Estás entonces en el buen camino, en tú camino.
Como decía mi padre "Carmela, hija, esto es la sal de la vida"
Que no se nos olvide.
Un abrazote.

Alberto dijo...

Gracias a todos
abrazos y besos a granel

Jarry dijo...

Arrea!...creí que hablabas de mi