A propósito de "Santa Cecilia"

Por fin llegó la hora del post de "la banda". Le tenía pánico. Y es que es díficil simplificar en un "post" lo que es una de las partes más importantes de mi vida.


En el 91, con 11 años, tuve el honor de entrar a formar parte de la "Banda Municipal de Coca". Casi no tenía uso de la razón. No se me olvidarán nunca las palabras del director a los cinco que debutabamos ese día antes de comenzar el pasacalles: "lo importante hoy, es que no perdais el paso, hijos, luego con que lleveis el instrumento en la boca vale".

Ahora soy uno de "los mayores" de la banda. He visto pasar por la misma cientos de músicos. Y con ellos he vivido muchos, pero muchos momentos buenos.
Siempre he considerado un privilegio poder tocar conjuntamente con 40 músicos y ser dirigidos por un director. Todas las semanas, durante 18 años, he tenido ese placer. El placer que me produce, después de la semana, llegar a la academia, ver a un montón de compañeros y amigos y tocar un instrumento conjuntamente con ellos.
Y es que a los miembros de la banda parece que nos falta algo cuando un viernes no hay ensayo (solo suelen ser dos o tres al año)

Me gusta ver a los trombones moviendo sus baras al mismo tiempo, las tubas me dan la impresión de que sustentan a la banda junto con el barítono. La versatilidad del bombardino y los contrapuntos de los tenores dan un toque especial a las melodias. Los saxofones transmiten fuerza y sonido al conjunto. Me gusta ver a las flautas atravesadas luchando por encontrar una buena postura para tocar agusto. De los clarinetes me encanta su sonido y el virtuosismo que suelen tener los que lo tocan. Me gusta ver la hilera de trompetas con la campana hacia arriba y sus labios siempre jodidos (un poco solo..) y luego los de la percusión siempre peculiares (en el buen sentido).

Pero no solo el placer es producido por la música que interpretamos,también es un placer ver a todos los compañeros y amigos reunidos allí..
Hemos creado un vínculo especial entre todos. Un vínculo de amistad y respeto de todos con todos.
Muchas veces va más allá de la banda cuando después de cualquier toque o ensayo nos vamos a tomar algo todos juntos. O cuando estás por ahí y ves a alguien de la banda siempre le saludas de una forma diferente, no se, como con cierto grado de complicidad.

Estar tantos años en esta institución ha hecho que haya notado una importante evolución con el tiempo. Atrás quedaron los uniformes de "Alfredo Landa" (con gorra incluida), las absurdas novatadas o aquellas salidas a pueblos donde muchos nos quedabamos en tierra.

En la banda, la opinión del más pequeño cuenta igual que la del más mayor o más veterano y si fallas a ensayos donde se toman decisiones siempre se las respetas.

No digo que todo haya sido color de rosas, ha habido baches, dificultades, algún conflicto. Pero creo que siempre han sido solucionados de una forma consensuada y correcta.

He conocido a 5 directores de los que he aprendido muchas cosas de cada uno de ellos.

Hemos pasado de todo: congelarnos de frio en procesiones, cabalgatas, estar muertos de cansancio en fiestas, madrugones, viajes, fiestas de pueblos, invitaciones de refrescos por ayuntamientos, concentraciones de bandas... incluso hemos tenido el placer de compartir escenario con los "Celtas Cortos" por dos veces.

Nuestra actuación más importante es el "concierto de navidad". Merece la pena el trabajo que hacemos para ofrecerle. Además, ese día, es cuando más nos sentimos reconocidos y notamos el cariño del pueblo.

Este fin de semana celebramos "Santa Cecilia" (la patrona). No llegamos a prender fuego al pueblo, pero casi..
En fin, es que los músicos somos así.. el que conozca algún músico en sus cabales que lo diga..

Esperemos que este año sea igual o mejor que el pasado: