miércoles, 16 de marzo de 2011

La tradición del petardo


El año anterior, nuestros compañeros de COU nos lo habían dejado claro: "el año que viene os toca tirar el petardo a vosotros, no podeis perder la tradición".

Los tres últimos 21 de diciembre se había tirado un potente petardo en aquel largo pasillo de 60 habitaciones a altas horas de la madrugada. Hasta ese momento yo nunca pensé que fuera una tradición y que la hacían los de COU, supongo que después de 3 años allí ya estaba harto de tantas obligaciones.

Muy a pesar mio, aquella tarde fuimos a la plaza mayor a comprar los petardos más grandes que vimos.
Nos quedamos toda la noche en la habitación de un compañero a esperar a que se hicieran "las tantas"y que todo el mundo durmiera para poder tirar el petardo.
El tema estaba dificil, la habitación de "el hermano" (así había que llamar a los curas) que cuidaba el internado permanecía todo el tiempo encendida.
Estaba claro, había aprendido la lección y ese año se había propuesto pillar a los autores de tal fechoría.

De vez en cuando salía uno de nosotros a comprobar si apagaba la luz pero nada, pasaban las horas y no la apagaba. ¿estaría toda la noche despierto o se habría echado a dormir con la luz dada?

Comenzaba a hacerse de día y no nos habiamos atrevido a tirarlo,La hora de las clases llegaba, a si que cada uno se tenía que ir a su respectiva habitación a cambiarse, coger los libros..etc... Yo ya pensaba en que pasara la mañana rápido para hacer la maleta e irme a casa por Navidad. Según me dirigía a la habitación oí un estruendoso BOOOMM!!!. No me lo podía creer, alguién, obsesionado con no perder la tradición, había tirado el petardo. Después del sobresalto, ví a los demás correr a sus habitaciones. Yo hice lo mismo, pero los nervios pudieron conmigo y tarde bastante tiempo en sacar la llave del bolsillo, lo justo para dar tiempo al hermano a salir de su habitación...

Me hice el loco y como si nada hubiera pasado, me metí en mi habitación. A los pocos segundos ya estaba el hermano entrando en mi habitación (sin llamar antes, como siempre). Me acusaba insistentemente de haber tirado el petardo. Yo no sabía que decir a si que me inventé que venía del servicio y oí el estruendo, pero claro, no colaba. Me decía que si no habia sido yo le dijera quien había sido.. como yo no salía de mi improvisada y ridicula versión del servicio, me dijo que me llegaría una carta a casa,durante las navidades, notificandome mi expulsión del internado durante una o dos semanas...
La carta nunca llegó, a si que el 8 de enero fuí como si nada hubiera pasado y con el miedo de que "el hermano" me mandara de vuelta a casa.. pero no lo hizo. Eso sí, volví con la cabeza bien alta de no haber roto "la tradición del petardo".

2 comentarios:

JM dijo...

A si que fuiste tu ... bellaco. Mira el modesto.

Alberto dijo...

pero que dices JM? a veces no te entiendo...