Siempre he dicho que no me gusta Madrid, que sería el último sitio donde me iría a vivir. Supongo que era por lo que me cuentan de allí, porque creo que nunca he pasado más de tres días seguidos en esa urbe.
Últimamente ma ha dado por ir por allí.. Después de un año estando viviendo en Coca saliendo del pueblo solo para lo justo, cada vez que voy por la capital de España me quedo fascinado por lo que se cuece por allí.
Me encanta ver la mezcla de gente y culturas que existe. Me gusta percibir la normalidad con la que se vive todo esto y el respeto que hay.
La última vez que estuve (hace 3 días),cuando monté en el metro, en el vagón que iba conté: 2 negros, 9 latinoaméricanos, 2 orientales y 3 occidentales.. Montó un anciano después y uno de los negros le cedió su asiento. Los adolescentes orientales hablaban alto y reían. Me gustaba oir aquel idioma que no entendía nada, pero que me gustaba intuir por las caras y los gestos que hacían. Me agradaba ver las caras de los latinoamericanos con sus gruesos labios y ojos oscuros. Pero sobretodo me gustaba ver la naturalidad con la que se movían los occidentales ante todos aquellos inmigrantes.
Supongo que me llama la atención esto porque vivo en un pueblo en el que es raro ver inmigrantes y oriundos mezclados, porque la gente se dirige o habla de ellos refiriendose a su gentilicio o porque casi siempre se generaliza al hablar de "los inmigrantes"..
A última hora de mi día en Madrid quedé con Gonza y Sara para cenar. Me sorprendió cuando me dijeron que iriamos a un restaurante asiático. Cuando entramos me llevé una sorpresa cuando el restaurante era de asiáticos pero la comida era española. Me resultaba curioso ver como los asiáticos nos ofrecían chopitos, gazpacho andaluz..
Me agradaba también el trato que nos dieron, nos daban las gracias por todo, nos preguntaban si nos gustaba, siempre con mucho respeto y con una sonrisa en la cara. Estabamos tan agusto allí que hicimos una larga sobremesa, cuando nos dimos cuenta de que era tarde y de que eramos los únicos que quedabamos en el restaurante nos hizo un poco de gracia pensar que no se atrevían a decirnos que nos fueramos ya de allí..
A la salida nos cruzamos con dos chicas erasmus de Florencia que no tenían ni idea de castellano y nos preguntaban por una calle. No sabiamos donde estaba pero nos encargamos de preguntarlas que de donde eran, que cuanto tiempo llevaban en España (de que palo iban, en una palabra).
Me sorprendió que cuando se fueron Sara dijo: vaya berracas buenas! ¿dos chicos y una chica y es la chica la que dice esto? Madrid, pensé.
Luego me acompañaron a coger un autobús para Moncloa,donde había dejado el coche (era ya casi la 1 de la mañana). En el autobús, todos inmigrantes..
Una negra se quitó el calzado y dejó un olor que me tuve que tapar la nariz.. luego el conductor, sabiendo que iba a Moncloa me dijo que me había pasado y me paró en un lugar donde no había parada habitual...
No todo iban a ser flores para "ellos".. está claro que hay de todo en todos los lados...
¿que si me gusta Madrid entonces? yo que sé!! lo que si me gustó fue conducir por allí a la 1 de la mañana(la primera vez que me atreví a meter el coche por la capital) ... en fin... que mañana me voy a Turquía con el tito Muriel (diversión asegurada) a ver que se cuece por allí y a ver que tal nos bañan los turcos..
Os dejo con un tema de "Jarabe de Palo", no es de lo mejor que tiene, pero viene al caso:
Mientras duermes siguen pasando tantas cosas como cuando estás en posición vertical
viernes, 28 de agosto de 2009
lunes, 17 de agosto de 2009
LA DESAPARECIDA
Se acabaron las fiestas 2009. Se puede decir que se pasaron bien. Creo que nada diferente a otros años (de peña en peña, el día del vermouth, y todo el mundo con su chato en la mano...)
Aunque este año pasó una cosa extraordinaria que no suele pasar todos los días.
Ocurrió el primer día (bueno, era ya jueves). Acabamos de tocar la "diana" y nos juntamos a desayunar Gonza, Oscar, Sonia (la chica de Gumer) y yo.
La chica de Gumer, muy punk ella, no tenía fuego para fumarse un pito mañanero y no se la ocurrió otra cosa que parar a los coches que pasaban por la carretera para pedirles un mechero. Yo iba detrás de ella para ver la reacción de la gente.
Paró a unos chicos ( 2 chicas y un chico), que después de sacar un mechero nos dijeron que andaban buscando a una chica que había desaparecido. Llevaban 5 días sin saber nada de ella. Nos sacaron un folio con su foto, lo que me impactó y me corto el rollo un poco, nosotros llevabamos casi un día entero de fiesta mientras aquellos chicos buscaban a su familiar que ni siquiera sabían si estaba viva.
Les dijimos que no la habiamos visto por allí y que tiraran más para arriba, a la zona de bares donde había más gente.
Cuando llegamos al bar a desayunar, allí estaban los chicos echando un vistazo. Les volvimos a preguntar que que había pasado exactamente.
Eran 2 primos y un hermana de ella, se llamaba Sara,tenía 24 años y lo último que dijo fue que se iba al rio el sábado por la tarde. Por lo visto era una chica "normal", no bebía mucho, no se drogaba (o eso pensaban ellos), tímida...
No nos habiamos percatado de que Sonia se había había alejado del grupo cuando aparece hablando por el móvil, diciendo: "poneros chicos, es Sara". A todos se nos paró el corazón durante milésimas de segundo. Que decía aquella punky? ¿como podía haber contactado con aquella chica que llevaba desaparecida 5 días?.
Pues estaba en lo cierto, después de volver a ver la foto recordó que la vio aquella noche con un amigo suyo. Llamó a éste y le pregunto por aquella chica con la que estuvo toda la noche y era Sara.
Se puso el primo con ella y la convenció para que fuera donde estabamos. La hermana se puso a llorar. La prima a abrazarnos a todos y a darnos mil gracias.Nos metimos en el bar todos menos el primo que se quedó fuera para hablar con ella. La hermana y la prima nos contaron que ya habían rastreado todo el rio con la guardia civil, que habían puesto carteles por los pueblos, por internet. Los padres de ella estaban pasándolo muy mal y el abuelo había llegado a enfermar.
Desde el bar todos mirabamos como llegó. Bajó de un coche con un chico mucho más joven que ella. La prima nos comentó que estaba irreconocible. Estaba pálida, con ojeras y como en otra onda. Después de cuarto de hora hablando con ella entraron en el bar. Yo no quisé levantarme, pensando que era un tema de familia.
Óscar se puso a hablar con el chico y los 3 familiares con la chica.
Óscar nos comentó que él era una criatura, tenía 17 años y que se habían tomado todo esto de cachondeo. Cuando Óscar le explicó que como podían haber hecho esto, que todo el mundo la estaba buscando y que sus familiares lo estaban pasando muy mal, el chico respondió que ahí el menor de edad era él, que tenía 17 años y que que hubiera pasado si ella le hace algo a él.
Sara dijo que quería seguir de fiesta por Coca, aunque la convencieron para que primero fuera a casa a ver a su familia.
Después de intercambiarnos los móviles con aquellos 3 personajes se marcharon superfelices para su pueblo.
Nosotros nos abrazamos a tope y aquella mañana dormimos superfelices después de ver aquellos rostros de felicidad inmensa que tenían aquellos 3 chicos, que a pesar de tener aquella preocupación, pararon el coche para dar fuego amablemente a aquella chica que estaba de fiesta.
No volvimos a ver a Sara durante todas las fiestas aunque si al chico que estuvo con ella.
Sin duda, ese día, "gran chica de gumer"
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